¿Apliques o candelabros? Guía para elegir la iluminación de tu hogar

Applique o lampadari? Guida alla scelta per l'illuminazione della tua casa

Hacer que un hogar sea acogedor y confortable también implica un aspecto muy importante: la correcta iluminación.

Si la primera reflexión está ligada al mobiliario, a la posibilidad de aprovechar al máximo el espacio con diferentes soluciones, será igualmente importante gestionar los puntos de luz de la mejor manera posible, para crear un efecto homogéneo y armonioso. La iluminación de la casa no solo está dictada por una elección funcional, es decir, usar la luz de manera práctica, sino que cada vez más, es útil para mejorar habitación por habitación, personalizarlas, crear una atmósfera y un confort visual que harán que el conjunto sea agradable para quienes viven allí y para los invitados.

El mercado actual ofrece una variedad verdaderamente amplia: lámparas, candelabros, apliques, luces de techo son todos los dispositivos que le permiten crear "juegos" de luz, que reflejan el estilo de la casa, los gustos y las necesidades de quienes viven allí.

Dada la variedad de productos que hay en el mercado, es normal tener dudas e incertidumbres sobre los elementos más adecuados: tenga cuidado, por tanto, de ponderar esta elección que, la mayoría de las veces, es duradera si no definitiva. El "dualismo" que se le ocurre muchas veces al consumidor es entre apliques y candelabros y para entender cuál es más adecuado, analicemos las características de uno y otro, pues cada uno puede generar diferentes efectos de iluminación.

Características de los candelabros.

Las lámparas de araña son las herramientas de iluminación que llevan más tiempo en el mercado. Es un tipo de iluminación de techo, caracterizada por un cuerpo central, correspondiente al propio punto de luz (la bombilla) y por un soporte, que puede ser una base, una forma geométrica, un simple cable. Es un tipo de iluminación refinada, a menudo enriquecida con puntos de luz adicionales, llamados "brazos".

Características del aplique.

El aplique es un tipo de iluminación que pertenece a la familia de las lámparas. Son modelos especiales, de pequeño y mediano tamaño, pensados ​​para su instalación en pared, conectados a la red eléctrica de 220 voltios. Diferentes elementos diferencian un aplique de otro:
  • ausencia de cables de alimentación;
  • forma geométrica, generalmente lineal o circular;
  • dirigiendo la luz hacia la pared.

Factores que influyen en la elección entre apliques y candelabros

La elección entre estos dos tipos de iluminación depende de varios factores, no solo puramente estéticos y relacionados con el gusto personal, sino también basados ​​en gran medida en la lógica práctica y funcional.

El estilo de los muebles.

Seguramente el estilo de los muebles que hayamos elegido para nuestro hogar será uno de los factores que más influirá en la decisión. La aplicación se puede utilizar para no "cargar" demasiado la habitación, en ambientes que ya son "ricos" en cuanto a muebles, accesorios y ayudan a "aligerar" la mirada hacia la habitación. Los candelabros, por otro lado, podrán llenar las habitaciones más vacías, creando un efecto más cálido y acogedor. Además, en ambos casos, deberán ser acordes al conjunto del mobiliario. Sí a los modelos de cristal o metal oscuro, siguiendo el estilo "urbano" e industrial en muebles modernos y la elección de luminarias con estructuras metálicas y pantallas de mimbre, bambú o lino también es excelente para muebles más clásicos.

Luz natural

Estudiando los puntos de luz natural que iluminan la casa, la exposición solar que permite que los rayos del sol calienten el ambiente y creen un bello impacto visual será determinante a la hora de elegir entre los dos elementos. ¿Hasta qué hora entrará la luz en los meses de invierno y en las temporadas intermedias? ¿De dónde viene y qué efecto crea en la habitación irradiada? La respuesta a estas y otras preguntas permitirá evitar la instalación de luminarias de poca utilidad por innecesarias o, por el contrario, insuficientes para una correcta iluminación.


La altura y el tamaño de los entornos de instalación.

No solo el espacio a iluminar, sino también la altura del techo pueden influir en la elección entre apliques y candelabros. Estos últimos, de hecho, son adecuados para habitaciones más altas, que necesitan una iluminación más potente y difusa. Por el contrario, las estancias pequeñas y bajas consiguen obtener el mismo resultado incluso con un número menor de dispositivos y sobre todo menos potentes, como es el caso de la iluminación de pared.

El tipo de ambiente a iluminar.

Otro aspecto a tener en cuenta a la hora de elegir es el tipo de estancia que vamos a iluminar. Se puede hacer una distinción simple entre los ambientes "diurno" y "nocturno", en función de las horas del día en que permanecemos allí. La cocina y el salón son los espacios más vividos, en los que se comparte la mayor parte del día con familiares y amigos. En este caso, la lámpara de araña, por su potencia y capacidad lumínica, puede ser más adecuada, brindando en conjunto una luz eficiente y funcional para todas las actividades, solo piensa en la cantidad de luz que se necesita para cocinar. Además, al ser los ambientes más frecuentados, la iluminación también debe ser adecuada para poder limpiar de la mejor manera posible estas estancias, a menudo utilizadas también para estudiar y trabajar.

En cuanto a la zona de noche y dormitorios, si bien por un lado necesitamos mantener la coherencia visual en el mobiliario y enseres que iluminan el espacio, también es cierto que aquí nos refugiamos al final del día, cuando necesitamos descansar la mirada y recargar las pilas para afrontar un nuevo día. Para crear un ambiente más suave, el aplique de pared puede crear la atmósfera adecuada para dejar atrás los esfuerzos de todo un día. Además, en estas estancias también es posible decidir instalar una lámpara de araña en el centro del techo para iluminar toda la estancia y coordinar otros pequeños puntos de luz de forma estratégica, para actividades concretas como, por ejemplo, la lectura o una luz adecuada para conciliar el sueño.

El mercado de hoy ha visto una afirmación creciente del aplique, muy apreciado por su versatilidad. Si la lámpara de araña es un árbol de hoja perenne que nunca se cansa, tiene una gama infinita de modelos en el mercado que satisface todos los gustos, la lámpara de pared se elige a menudo por su capacidad para decorar con estilo, creando efectos de luz más particulares que la iluminación de techo. Además, estratégicamente ubicados, además de iluminar la habitación, pueden destacarse hoy como cuadros y paredes, delinear el recorrido de pasillos y escaleras, además de contribuir al nivel estético de los muebles mucho más impactantes que las lámparas de araña que están en lo alto de la habitación.

Ambos, a día de hoy, tienen la ventaja de trabajar con bombillas LED, que contribuyen al ahorro energético, tienen una mayor vida útil y diferentes tonalidades de luz.

A veces utilizadas solas como iluminación principal, ambas soluciones, sin embargo, suelen constituir más un complemento que se utiliza acompañada de otros sistemas de iluminación. Actualmente, de hecho, la gran tendencia es utilizar cortes de luz creados con tiras de LED, focos empotrados o sistemas de rieles que permiten crear la iluminación adecuada y completa para un ambiente, dejando espacio para elementos como plafones, candelabros, apliques, lámparas de mesa o lámparas de pie con una función puramente decorativa.

Por ejemplo, las láminas de luz, también conocidas como cortes de luz, son un tipo de iluminación LED que ha tenido mucha popularidad en los últimos años, entre las soluciones más escenográficas con las que puedes decorar un techo artificial con placas de yeso.

Su versatilidad y facilidad de aplicación le permite crear un sistema de iluminación eficaz y elegante incluso en lugares donde a veces es difícil colocar una lámpara normal, como por ejemplo en rincones muy estrechos, en curvas o incluso en habitaciones con techos bastante bajos, donde una lámpara de techo o una lámpara de araña pueden resultar engorrosas.

En definitiva, lo que guía la decisión es sin duda el buen gusto, la elección de elementos que sean capaces de integrarse en el entorno de forma más natural y formar parte de un todo armonioso, capaz de responder a las necesidades lumínicas del día a día y de hacer cada estancia acogedora y confortable.

La luz es un aspecto fundamental que incide en el bienestar mental y físico, elemento esencial que otorga una mejor calidad de vida doméstica. Los beneficios derivan no solo de la luz natural, que debemos aprovechar al máximo, sino también de la iluminación artificial: de hecho, una casa mal o mal iluminada estará infravalorada y será un entorno menos agradable para vivir en el día a día.